Fuck the discourse: Las apropiaciones visuales en la industria de la música electrónica.
Abi Velázquez
@kabivelaro / 03959@escueladediseno.edu.mx
RESUMEN
Cabe especificar que no pretendo argumentar mediante las imágenes de
contraste que posteriormente mostraré que los diseñadores de a cargo recurrieron
específicamente a la apropiación como solución, pero cobra sentido en tanto que
el resultado 1) tienen una carga simbólica detrás, 2) forman parte de la memoria
colectiva y 3) al apropiarse el diseñador de las características formales de x
imagen se lleva consigo parte de esa carga simbólica. Entonces, hasta este
momento han surgido, conceptos importantes, algunos mencionados que
pertenecen al sentido simbólico de las imágenes: Construcción – reconstrucción,
trabajo y revolución, son solo algunos de éstos y serán retomados hacia el final.
Cabe hacer un paréntesis antes de entrar a nuestro eje central para aclarar que a
partir de la década de los 00’s, con el boom del internet y la relativa facilidad que
éste proporcionó para distribuir imágenes y música, la industria buscó nuevos
motivos de los cuales apropiarse y podríamos decir que aprovechando la
oportunidad también encontró nuevos soportes para mostrarlos, tal y como
veremos a continuación.
Abordaremos imágenes que, en mi opinión, sintetizan varias de las
premisas principales.Como breve ejemplo, el factor común es el puño levantado,
nuestra representación más lejana temporalmente es el cartel del Partido
Comunista de Catalunya, elaborado por el artista español Rafel Tona alrededor de
1936, donde podemos ver una serie de brazos derechos con el puño levantado
rematados con la bandera comunista al fondo, la segunda representación es la
portada del álbum “Push The Button” del dueto The Chemical Brothers (2005)
donde ya solo aparece un puño derecho y finalmente la portada correspondiente al
sencillo Put Em Up de W&W (2017) donde ahora vemos un brazo izquierdo con el
puño levantado y al fondo una masa anónima con el brazo izquierdo levantado.
En este ejemplo podemos ver que a pesar de la tergiversación y
simplificación de la apropiación, el vínculo entre el puño levantado y la bandera
comunista que nos remite a conceptos como: revolución o protesta pervive como
aquel sentido intrínseco del símbolo que es independiente del sujeto apropiador.
#Música #Cultura #EDM #Fenómeno #ApropiaciónVisual #Industria #Entretenimiento #Mainstream #EfectoEnMasa #Viral
INTRODUCCIÓN
Hace unos días México fue testigo de un momento importante para la industria de
la música electrónica, pudimos presenciar, tanto al mundo de música como a la
Ciudad de México, el regreso de la Swedish House Mafia un grupo sueco de
música House, conformado por Axwell, Steve Angello y Sebastian Ingrosso. El 25
de marzo de 2018, el grupo se unió con un cierre sorpresa en el 20 aniversario del
Ultra Music Festival en Miami, anunciado así el término de su separación.
Conversando con personas del medio tanto prensa como público, este hecho fue
tan comentado en redes que uno de los elogios más recurrentes fue sobre los
gráficos y visuales que se usaron para espectáculo de los asistentes, dicho lo
anterior sólo por dar un ejemplo en nuestra actualidad respecto al tema que cabe
resaltar no es única de dicho género musical, algo similar pasó con toda la
producción visual en el 2016 con Rogers Waters y su polémico concierto en el
Zócalo capitalino.
Como diseñadores somos más conscientes de ciertos temas, aspectos y detalles
que el público muchas veces desconoce, al ver este tipo de espectáculo al menos
por curiosidad nos hemos preguntado (infiero) acerca de su procedencia. Quién es
el “creativo” detrás de obras tan majestuosas, muchas veces el diseño de
experiencia tiene tan alto nivel que la pregunta queda en al aire sin respuesta,
hasta que alguien, con buen ojo o con buena memoria para los referentes ya
existentes, se da cuenta que aquello con lo que te estás deleitando se trata de
una apropiación visual.
DESARROLLO
Abordar “la música electrónica” como fenómeno es hablar de distintos procesos
que se han gestado a lo largo de aproximadamente 60 años, cada uno con sus
respectivos contextos y particularidades. Por ello ante la imposibilidad de abordar
este vasto horizonte, me centraré en las apropiaciones visuales de las que se sirve
la industria de la Música Electrónica de Baile, EDM por sus siglas en inglés
(Electronic Dance Music), y el efecto que éstas generan en la masa.
Antes de entrar en materia me parece importante aclarar que el EDM no es
un género musical en sí mismo sino una categoría que, en lo que va de esta
década, ha sintetizado (problemáticamente) la mayoría de los géneros musicales
de la cultura mainstream de la música electrónica. En un artículo de 2015, Thump
(medio internacional dedicado a la música electrónica) nos dice que “lo de hoy no
es ser un erudito o una biblioteca andante del dance simple y sencillamente
porque la música electrónica se hizo para disfrutarla, y bailarla.” Yendo un poco 1
más lejos, Teresa López Castilla en su tesis sobre música electrónica y cultura de
club cataloga a la ‘cultura EDM’ como la fusión de “estilos comerciales dirigidos a
las masas” y que está diseñada como “una inmensa máquina de negocio” . A 2
partir de esto podemos deducir que el fin de esta industria es el entretenimiento y
de éste es que genera las ganancias económicas.
El EDM logra su consolidación dentro del mainstream mediante una
mezcolanza de estilos comerciales atractivos a la vista del consumidor, esto
podemos entenderlo mejor bajo el término “apropiación”. Con respecto a este
concepto, Martha Aideé García puntualiza, en su tesis titulada La apropiación
1 Frank, “También se aprende de música electrónica en los libros” en Thump, 24 de noviembre de 2015, consultado 15 de mayo de 2017, https://thump.vice.com/es_mx/article/tambien-se-aprende-de-musica-electronica-en-los-libros 2 Teresa López Castilla “Música electrónica y cultura de club: un estudio postfeminista de la escena española”, Tesis Doctoral, Universidad de la Rioja, 2015, pp. 63-65.
artística como estrategia discursiva de la publicidad, que la apropiación no se trata
de “un intercambio ordenado y equilibrado entre las partes, sino de la toma de
conceptos, formas y expresiones que fueron desarrollados en un contexto
específico con objetivos determinados, para utilizarlo con un fin totalmente distinto”
a esta definición cabría apuntarle que a pesar de que su fin sea distinto “las ideas 3o las formas poseen un sentido intrínseco, totalmente independiente de su
apropiación” como dice Roger Chartier . Entonces, en el caso del EDM, el fin es la 4
obtención de ganancias económicas a partir del entretenimiento, para ello la
industria se apropia de motivos y características visuales generadas en contextos
específicos y que tienen un sentido detrás que podíamos caracterizar de
a-histórico.
Antes de pasar a lo visual y dejar por un momento lo abstracto, debemos
tener en cuenta que no estamos abordando un fenómeno aislado ni mucho menos
inmediato, ya que en la industria musical las apropiaciones tienen una vasta
tradición y en lo que concierne a nuestro objeto de estudio (EDM) podemos
rastrear estas apropiaciones hasta las últimas tres décadas del siglo pasado
cuando diferentes agrupaciones de música electrónica como Kraftwerk, Depeche
Mode y Pet Shop Boys se sirvieron de las manifestaciones visuales de diferentes
corrientes artísticas e ideológicas para la composición tanto de sus portadas como
de sus videos musicales.
3 Martha Aideé García Melgarejo, “La apropiación artística como estrategia discursiva de la publicidad”, Tesis Doctoral, Centro de cultura Casa Lamm, 2013, p. 102. 4 Roger Chartier, El mundo como representación, Barcelona, Gedisa, 1992, p. 37.
Un efecto de la masificación de la cultura EDM fue que la mayoría de las
piezas musicales salen a la venta individualmente a manera de sencillo, sin
pretender formar parte, en ese momento o posteriormente, de una compilación
discográfica, esto viene a cuenta ya que es un reflejo de la expansión visual de la
música electrónica (ejemplo kraftwerk). Es por ello que para ejemplo seleccioné la
portada de Savages, álbum del grupo estadounidense Breathe Carolina, que nos
permite ver cómo se mantiene la apropiación de la estética soviética, con la
bandera ocupando poco menos del 50% de nuestro campo visual junto a la masa
anónima que va en una misma dirección y el sol al fondo en un “amanecer”, en
éste ejemplo alcanzamos a vislumbrar nuevos conceptos como, manifestación,
oposición y si meditamos un momento en las imágenes hasta el término progreso
nos vendría a la mente
Antes de pasar a hablar sobre el nuevo soporte discursivo del EDM,
podemos, establecer relaciones entre un par de los ejemplos que ya abordamos,
como podemos ver entre la bandera de Savages y la bandera del cartel de Tona,
así como el segundo plano de la la portada de “Put Em Up” y la representación de
la masa en el video de Pet Shop Boys nos permite comprender que los motivos
perviven como parte de una memoria colectiva dentro del movimiento cultural.
El escenario fue resultado de la expansión visual que sufrió la cultura EDM,
al ser éste un soporte mucho más amplio, comparado con las portadas de
álbumes o los videos musicales, permite la inclusión de varios discursos en un
solo espacio.En el siguiente ejemplo podemos ver “Wasteland” uno de los
escenarios del festival de música electrónica Electric Daisy Carnival frente la pieza
titulada “American piss (peace)” del artista español Escif, podemos establecer un
vínculo entre éstas dos a partir de los fragmentos de la estatua de la libertad que
se nos muestran y relacionar el escenario con el sentido subversivo de la pieza
que invita a la deconstrucción simbólica de los grandes monumentos y las
alegorías.
A continuación podemos apreciar con mayor detalle un fragmento del
escenario anterior en el que destaca la fuerte presencia del grafiti sobre casi todas
las superficies, para contrastarlo seleccioné un vagón del metro de Nueva York ya
que fue en ésta ciudad donde en la década de los 90’s ésta contracultura obtuvo
su auge y el fenómeno del grafiti fue visto como una señal de rebeldía.
Nuevamente, de subversión, contra las autoridades estatales. A pesar de que hoy
día se tiene otra percepción sobre ésta técnica, no deja de ser visto como un
medio para mostrar una actitud rebelde ya no solo frente al estado sino ante la
sociedad.
Hasta este punto, a manera de recuento, podemos deducir que los artistas
musicales ya no son los absolutos conformadores de esta cultura del mainstream,
ya que desde hace poco más de una década las disqueras y empresas de eventos
obtuvieron un papel estelar dentro de la cultura EDM. Entonces, aunque un DJ no
sea los suficiente viral por sí mismo como Steve Aoki o David Guetta, sí forma
parte del mainstream y por ende de la cultura EDM por pertenecer, como
acabamos de ver a disqueras como Spinnin’ Records o festivales como Electric
Daisy Carnival.
Tras la enunciación de los fines primarios del EDM y el análisis de las
apropiaciones, tanto de sus antecedentes como de los ejemplos más
contemporáneos, cabe preguntarse: ¿Por qué apropiarse precisamente de los
motivos, las composiciones y de más elementos de estas corrientes que forman
parte de la memoria colectiva y que, por ende, tienen significados, como ya vimos,
intrínsecos y remiten a conceptos particulares como revolución, subversión,
rebeldía, manifestación, oposición y resistencia? Responder “por la simple
visualidad” sería la forma fácil de librarse del problema en el que nos acabamos de
meter. A partir de su texto Cultura y simulacro, Jean Baudrillard respondería algo
como: porque es, precisamente, parte del proceso de simulación ininterrumpida
que contiene la implosión de lo social dentro de la masa.
Ahora en cristiano: para Baudrillard el término simulación implica “fingir
tener aquello que no se tiene” entonces, asimilando lo que hasta éste punto se ha
enunciado y procurando responder a la pregunta anterior: el EDM, como ese
producto dirigido a las masas, se apropia de las corrientes visuales junto con sus
respectivos discursos, ideologías y símbolos de trasfondo para generar en la masa
un sentido de pertenencia y de participación, cuando de lo único que está
formando parte es de una apariencia que a su vez, genera en el espectador una
conformidad la cual anula toda parte activa del que tiene de trasfondo el discurso
visual del cual se están apropiando.
A manera de conclusión quiero recalcar que éste no es un fenómeno
exclusivo de la industria del EDM, otras corrientes musicales del mainstream
adoptan, en distintos niveles, estos mismos discursos visuales para hacer su
producto algo viral. El presente artículo pretendió generar en el lector, conciencia
sobre ¿qué escuchamos? y ¿qué vemos? el EDM no es arte, no es rebeldía, no es
revolución, tampoco resistencia, sí cultura pero del entretenimiento. De la
diversión y el entretenimiento.
Las apropiaciones visuales en la música electrónica no solo tienen un impacto en la estética, sino también en la forma en que los artistas y el público experimentan la música como una experiencia sensorial total.
ResponderEliminar