COSPLAY: MÁS QUE UN HOBBIE

COSPLAY: MÁS QUE UN HOBBIE.
Por Nandi Quiyahuitl Rodríguez
chrno_chan@hotmail.com







Desde hace años todos hemos gozado de la diversión de disfrazarnos.
Muchas de esas veces fueron cuando éramos niños. Otras, cuando decidimos que no es algo infantil y nos seguimos disfrazando siendo más adultos.
Ocasiones para ello siempre hay muchas, las más populares y recurrentes son simples fiestas de disfraces en donde el objetivo es divertirse y recordar esos momentos que tuvimos de niños.
Pero qué pasa cuando la actividad de disfrazarse es más que solo escoger a un personaje que te agrade y vestirte de él. Que realmente uno sienta ser el personaje al cual está representando, que deje de ser un disfraz y te transformes en alguien más; aquella figura ficticia por la cual tienes una empatía o respeto inmenso y que por un cierto lapso, deja de ser ficticia para transportarse a nuestro plano de realidad.
Este artículo aborda a la actividad del Cosplay; que hoy más que en otros años, está teniendo más auge tanto en nuestro país, como internacionalmente.
Pero visto desde la percepción de quien más recurre a tal actividad: los freaks y geeks.


Un poco de historia

El término Cosplay proviene del inglés "Costume play", o interpretación de disfraces practicado principalmente por jóvenes fanáticos de alguna serie, ya sea manga o anime.
Consiste en disfrazarse de algún personaje (real o inspirado) de un manga, anime, película, libro, cómic, videojuego (la mayor parte de esto suele ser japonés) e interpretarlo en la medida de lo posible. Aquellos que siguen esta práctica son conocidos como "Cosplayers", siendo para ellos una de las principales aficiones.
El fenómeno del cosplay surgió sobre los años 70 en los Cómic Market de Japón, que se celebraba en Odaiba (Tokio) lugares de compra y/o venta de cómics. Este evento sigue realizándose actualmente. Allí, grupos de japoneses se vestían de sus personajes favoritos de mangas, animes, cómics y videojuegos, Así pues dicha práctica siempre ha estado muy relacionada con estos productos, pero, con el paso de los años, se fue extendiendo hasta cruzar las fronteras del país del sol naciente y abarcar otros campos a esta práctica donde se le considera una subcultura japonesa.
El número de seguidores del cosplay ha ido siempre en aumento, cada vez es más común ver a gente disfrazada en cualquier convención, y no es raro, hoy en día, ver que en los estrenos de grandes producciones de cine, algunos grupos se reúnen ataviados con sus mejores galas en las salas de los cines.
Los concursos de cosplay son muy habituales en las convenciones de cómics y en algunas se tiene la oportunidad de entrar gratis por llevar puesto tu disfraz. Por supuesto, en dichos eventos abundan los llamados "Kameko" (Kamera kozo, chico de la cámara), que en general son coleccionistas de fotos mostrando los mejores cosplayers y compartiendo sus favoritos en la red.
Actualmente, es habitual que los cosplayers de una nacionalidad se desplacen por cuenta propia a otros países para participar en concursos de cosplay.
Dado que el cosplay se ha convertido en una práctica generalizada en casi cualquier país que disponga de un evento relacionado con el anime, algunas empresas han aprovechado para realizar concursos internacionales entre los que podríamos destacar el Word Cosplay Summit, celebrado en Japón o el más reciente Yamato Cosplay Cup que se celebra en Brasil. Recientemente, ha sido creado el concurso Eurocosplay, que, como su nombre indica, acoge a cosplayers de toda Europa.


Confección: Sudor y lágrimas

El simple hecho de confeccionar un disfraz para que un niño vaya vestido de abejorro para el festival primaveral de su escuela, ya implica gasto de recursos y tiempo. Básicamente todo saldría por mano, habilidad y magia de una mamá. Todo para que su pequeño luzca estupendo en el festival y en los miles de fotos que se le tomarán para el recuerdo.
Básicamente es la misma situación cuando uno se adentra en la confección de un cosplay; solo que ahora no vas a tener a tu mamá haciéndote el disfraz sola, o tal vez sí, si ella lo y tú acordaron eso o le prometiste lavar los platos durante un mes como pago porque te ayude.
En fin, el punto es que al decidirte confeccionar un cosplay implica mucho esfuerzo, más del que se le ponía que cuando uno era pequeño e iba a los festivales escolares. Aquí implica la elección de un personaje, por lo general del agrado y que sabes que puedes representarlo tanto de físico como de carácter.
Previa información adquirida del personaje, como lo es su historia y rasgos distintivos.
Una vez teniendo un personaje, la obtención de materiales para la realización del vestuario, viene siendo parte primordial para el mejor resultado posible.
La diferencia entre profesionales y amateurs, son los recursos. Un profesional se lleva días y una buena inversión de dinero para tener los materiales que mejor se le acerquen a los supuestos materiales del ropaje del personaje que irán a representar. No llegó a ser profesional por suerte, no, invirtió lo suficiente para poder llegar a ser reconocido y que su trabajo obtuviera frutos.
Seguramente tuvo algunos días en que no durmió porque ha de haber encontrado el material preciso un día antes del evento al que iría disfrazado, o ese pequeño detalle como un broche que era crucial para que su personaje fuera el que él quisiera y no una copia de este.
O tal vez se desveló porque unas horas antes la cuadra donde vive se quedó sin electricidad y ahora todo debía coserse a mano. O lo asaltaron y aún con el susto quiso terminar su disfraz lo mejor posible y con materiales que encontró en su casa hizo lo que pudo y terminó de mejor manera todo su trabajo.
Situaciones hay muchísimas. Tanto para quien es profesional como apenas inicia, tiene historias que contar del esfuerzo que implica trabajar en un vestuario. Es dar tu alma y carne y hueso, para no solo ser tu personaje favorito, si no que ese personaje tenga algo tuyo, por más cursi que suene.


No es solo un juego

¿Qué motiva a alguien a casi vender su alma porque esté terminado y bien su disfraz?
Algunos le llaman pasión, otros fanatismo; sea el nombre que sea hay un sentimiento grande por querer entregar lo mejor de uno en la realización del vestuario.
Ese sentimiento puede detonarse por muchas cosas, desde que aquel personaje al que admiras te enseñó a que "el mal siempre pierde y hay que ayudar al prójimo no importando si no lo conoces, porque así este mundo será un lugar mejor", o simplemente porque verdaderamente es alguien de culto por ser como es.
Muchas cosas mueven a este mundo y una de ellas es esa pasión, esa alegría y conforte por hacer una cierta actividad, los motivos de inspiración varia de persona a persona, y de igual manera, varían los grados en que cada uno siente esa emoción.
Así como los fanáticos del fútbol visten y casi matan por su equipo, los freaks y geeks, tienen igual una pasión incomparable, los menciono ya que son los que más se adentran en el mundo del cosplay, mayoritariamente los freaks.
El sentimiento es universal y aunque como se mencionó, viene en diferentes grados, el sentirlo es lo que une a esta gran cantidad de individuos por representar a sus héroes.


Con un poco de humor

La otra cara del Cosplay no implica tanto respeto por el personaje, implica una sátira hacia este y se da por 3 motivos aparentes:
- "Descuartizar" la imagen respetable de un personaje a modo de una simple broma o realmente hacerlo porque se odia al personaje y se pretende ridiculizarlo.
- Ganar atención mediante esta variante de representación.
- Simplemente con los materiales que se tenían a la mano se hizo lo que se pudo y aunque no son los materiales adecuados ni acercados al personaje, se hizo un esfuerzo y como quiera, vale sentimentalmente y aun así se porta con orgullo, aunque muchas de las veces termina en siendo la burla de los demás cosplayers y público en general.
Al final, sea cual sea el motivo, el resultado es el mismo, ver con cierto humor el tema, aunque a veces a cierta parte no le gusta que se ridiculice de esta manera.


Cosplay en Mexico

Es más que sabido que determinadas fechas, en la ciudad uno tiende a ver disfrazados en le metro y caminando por las calles y no es Halloween ni Día de Muertos, como para que salgan "en esas fachas". Tal vez un público general no sepa concretamente esas fechas pero por lo menos puede asegurar que cada final de mes, ve este fenómeno.
El boom del anime y el manga en México es relativamente reciente, ya que no tiene mas de 20 años como tendencia.
Las convenciones empezaron por mediados de los 90's y ver un cosplay era raro aún en ese entonces. Así que el cosplay como movimiento en nuestro país, no tiene más de 20 años.
Esta actividad no se daba por ciertas razones, la primera y de mayor peso: no era bien visto el salir a la calle disfrazado, menos de algo que en años pasados se consideraba "satánico" y si no, antimoral, y porque no, discriminarlo por venir de un país diferente que no fuera Estados Unidos.
México todavía es un país puritano en algunos aspectos y el cosplay era uno de ellos, afortunadamente por el esfuerzo de varios fans del anime, manga, cómics y videojuegos, se ha esfumado un poco ese presepto y ha sido en cierta medida más fácil que un otaku vaya sin miedo y pena ya vestido al evento donde presumirá sus vestimentas.
La otra razón por la que no se daba en mayor auge es la limitación de materiales y no solo por su rareza, también conseguir ciertos materiales implicaba dinero y no solo 50 pesos.
Los mejores materiales para realizar cosplay dentro del país son importados y eso ya es un costo extra al mismo material. Es más que cierto que los freaks y geeks nacionales se las han visto muy complicadas para demostrar su fanatismo, no solo en el cosplay, si no en general para mostrar que algo les agrada, les apasiona, pero atendiendo a lo que se dice de los mexicanos, han sido muy ingeniosos para que en estos tiempos sea posible ver más disfraces por las líneas del mentro.


Lo que concluye una pequeña amateur

Hace poco me inicié en el mundo del Cosplay y puedo opinar los pros y contras sobre el tema sin temor a equivocarme porque ya viví en carne propia lo que he estado diciendo en este pequeño artículo.
Es una actividad muy entretenida y si se quiere, es de lo más disfrutable aún con kilos de tensión por terminar un vestuario y con lo que se tenga, que es lo más común.
El que dirán se borra solo, se siente como ya no te importa el que dirán las personas ajenas al ambiente, te importa más el reconocimiento de aquellas que saben y eso es lo que impulsa a salir de tu casa ya caracterizado.
Como tendencia y más que claro que está en uno de sus puntos máximos y más en nuestras tierras. Aún le falta por desarrollarse y dar mejores resultados, pero en lo mientras se ha demostrado que México puede llegar a ser un buen rival para otros paises con mejor desarrollo, hablando del cosplay.
Geeks , freaks y público en general pueden participar, siempre y cuando los apasione, los divierta convertirse en su héroe de la infancia.

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