Consumimos tendencias desmedidamente y en algún momento olvidamos que también se puede consumir conceptos. En esta era donde todo es desechable es necesario recordar conceptos de valor que existieron. Nos hace ver que es más allá de usar el típico disfraz vaquero, es más inspirarnos en la manera en que vivían, más simple, consumiendo lo que había. Es una manera de revolucionar los estilos para avanzar con las tendencias y la industria. Por tanto, nos dimos a la tarea de demostrar que algunas tendencias son más que mero consumismo, y esta no es la excepción y es por eso que tiene gran relevancia en la ciudad. El viejo oeste y la influencia occidental invaden las calles de la jungla de asfalto, distintas industrias lo demuestran con productos influenciados por una gama de colores en tonos marrón, texturas naturales como cueros y estructuras sin acabados. Es la combinación de un pensamiento rural y la necesidad de adaptarse a lo que venga, dando evolución a conceptos y un modo de vida arraigado para ayudarnos a continuar con el cambio sin perder la familiaridad y originalidad dando a luz a un concepto actual e innovador. Impulsa al consumidor a asumir una postura distinta frente a las tendencias, deja de lado la vanidad para adentrarse en la profundidad de que menos, es más.
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