Masculinidad en Barata



 Masculinidad en barata
Diana Laura Angulo Saldívar

 Resumen 
¿Qué tanto ha cambiado el hombre? ¿Qué le ha permitido cambiar? El hombre, al contar con raciocinio, está en constante cuestionamiento de su entorno y de sí mismo... entonces ¿Por qué ha tardado tanto en darse cuenta de los cambios que debe sufrir para tener una sensación de plenitud? Este artículo explica la situación del hombre actualmente, en la que siguen imperando ideas machistas pero un poco difuminadas en la modernidad, situación en la que el diseño ha contribuido positiva y negativamente –según el contexto–. Analizando las situaciones previas junto con sus consecuencias, se podrá llegar a soluciones de diseño que permitan el progreso en este y otros ámbitos de la vida del ser humano. 

Introducción
La liberación de la mujer significa también la liberación del hombre, significa que lo femenino no es inferior ni alternativo, significa que somos partes iguales de la sociedad. El hombre se ve liberado al dejar de tener que rechazar todo lo que lo haga remotamente parecido a la mujer u otros géneros. La supremacía del hombre es un hecho que no se puede negar pero el impacto que tiene la publicidad en la sociedad también lo es. 

Desarrollo
México es gobernado desde hace mucho tiempo por un inconsciente colectivo que se caracteriza por tener rasgos machistas (algunos autores afirman que es una ideología originada en la conquista a través del maltrato que ejercían los invasores sobre las mujeres indígenas). La objetificación de la mujer, la hegemonía del hombre blanco heterosexual, entre otros conceptos imperan en la sociedad de manera tan omnipresente que se ha considerado parte del "folklor mexicano". 

Este comportamiento denominado como "machismo mexicano" se considera como una reacción hacia un sentimiento de inferioridad frente a otras culturas. Por ejemplo, frente a Estados Unidos y su actitud racista hacia México, la cual llega a través de la globalización de la superioridad de la cual disfruta la raza blanca.

A pesar de que el machismo afecta a todos en la sociedad, se nutre de la idea de supremacía de uno sólo de sus integrantes: el hombre, mismo que ejerce el papel de padre en la familia tradicional. Dicho papel, basado en el temor y la ausencia, le brinda la autoridad necesaria para ejercer en el hijo varón una identidad; el mensaje que se transmite es el de una hombría medida a través de la fuerza física, tolerancia hacia el dolor físico y emocional, así como la cantidad de parejas sexuales (las cuales evidentemente serán mujeres). 

Teniendo en cuenta este estereotipo de género, los medios se encargan de fomentarlo, así como de hacerlo cada vez más difícil de alcanzar. 

A través de conceptos como el poder y dominación, los hombres se veían incitados a buscar con los objetos promocionados causar en las mujeres y demás integrantes de la sociedad efectos como la obediencia y anhelo. 

Tal es el caso del afiche del Almacén Atoyaq, publicado en los años 40's, el cual declara como obligación de la mujer esposa, las tareas domésticas, así como el servicio y disponibilidad para con el hombre padre. De la misma manera, admite el lugar de la mujer en lo privado, la casa y el del hombre en lo público, la calle, el trabajo. 

Por otra parte, en anuncios publicitarios de sales efervescentes, se difunde un estereotipo de padre de familia ausente y desinteresado por la ésta, así como por el espacio privado, en el cual se encuentran la mujer esposa y los hijos. Sin embargo, no se le da una connotación negativa a dicha actitud, al contrario, se normaliza (incluso se solapa) la violencia intrafamiliar, pues plantea como obligación de la mujer calmar los malestares del hombre con ayuda del producto promocionado. Por otra parte, esta normalización se da al asociar la cólera y malhumor del hombre con malestares estomacales y no con una actitud discriminatoria. 
Uno de los logros que ha tenido el feminismo en nuestro país ha sido el que se dejen de dar connotaciones negativas a características que se asocian comúnmente con lo femenino, es así que hoy en día se aceptan (aunque en un porcentaje muy pequeño) hombres con expresiones diferentes a la masculina, así como orientaciones sexuales diferentes a la heterosexual. 

Cuestionando y desafiando los estereotipos de género en un nivel más sutil, se han hecho cambios en la imagen, así como en las conductas de los hombres cisgénero heterosexuales. 

De esta manera las conductas dejan de tener una barrera que las excluya completamente, por ejemplo, la industria cosmética dirigida a este público (hombre cisgénero heterosexual) que se ha desarrollado poco a poco; desde productos para el pelo hasta cremas humectantes y anti-arrugas. 

Esto desafía los roles de género desde la perspectiva en la que el cuidado personal o de la imagen se consideraban exclusivos de la mujer, sin embargo, los productos que se promocionan cuentan con un filtro que les adjudica a éstos características asociadas al género masculino como resistencia, dureza, fortaleza, etc. Además, la presentación de dichos productos siguen una línea estética con colores metálicos que recuerden a la maquinaria, así como formas rectas y sencillas que se alejen en la mayor medida posible a la estética de los productos para mujer. 

Reducir la brecha entre ciertas conductas asociadas a los géneros masculino y femenino es signo de progreso en cuanto equidad de género pero como se mencionó anteriormente, estas actitudes son aún bastante sutiles para el público en general y es por este motivo que han sido aceptadas (aunque no del todo) por una sociedad como la mexicana. 

La masculinidad tradicional tiene un gran valor, es por esto que cuando se ve amenazada, la respuesta es casi automáticamente de rechazo. Campañas como la de AXE, que utilizó a Zemmoa, una cantante queer como imagen, se dividen en dos opiniones; las positivas que ven inclusión en propuestas de este tipo y las negativas que descalifican completamente dicha imagen como masculina. Incluso, hubo cuestionamientos acerca del efecto del producto, el cual en ocasiones anteriores había vendido la idea de ayudar a conquistar mujeres. 

El rechazo no sólo es hacia lo que representa una amenaza para la masculinidad, sino también para cualquier variante que ésta pueda sufrir. Esto está tan presente en la sociedad que la publicidad ve en los sujetos con esta mentalidad un nicho de mercado, prueba de esto son las campañas publicitarias que retoman los estereotipos de género que tantos estudios y propuestas han tratado de minimizar. Un claro ejemplo es la campaña de OBAO, "Volvamos a ser hombres" la cual tiene un discurso que recurre a los hombres de épocas tan remotas como los cavernícolas, comparándolos con la masculinidad de hoy en día y otorgando una connotación negativa a la sensibilidad que ha ganado el hombre en los últimos años. En el anuncio adjudicado se puede ver la leyenda "Consigo lo que me propongo", colocando a la mujer como un "objeto de deseo", quitándole voz y voto de las parejas que ésta pueda tener, pues se afirma la idea de que si la mujer se niega al cortejo sexual, significa que es porque el hombre no ha insistido suficientemente. 

Con discursos de este tipo, en los que se mide la masculinidad por la cantidad de mujeres conquistadas, la tolerancia a drogas como el alcohol o al dolor, la fuerza e incluso la dominación, se intenta "recuperar" la masculinidad que supuestamente se ha perdido, aunque en realidad se pierde más de lo que se gana con discursos como éstos. 

Conclusiones
Los cambios que se hagan a nivel sociedad siempre serán lentos, pues necesitan ser asimilados por ésta, necesitan una reflexión además de adecuarse a los estereotipos actuales, tal vez los discursos puedan tener un tono de rebeldía pero al final, se sigue nutriendo la misma idea brindada por los roles de género. ¿De qué sirve entonces que Tecate nos diga que no es correcto maltratar a la mujer si se sigue viendo a ésta como un objeto, si se sigue viendo la violencia desde el punto de vista del hombre, si, todo el discurso en conjunto, reafirma la supremacía del hombre? ¿De qué sirve que se empiece a permitir ciertas conductas antes consideradas características de la mujer, como el cuidado personal, si se alejan lo mayormente posible dichas actividades de la feminidad?

Es alertante la reacción de rechazo que se tienen hacia estos cambios sociales, cambios que buscan la desaparición de constructos sociales como los roles de género, pero es más alertante aún que se aproveche este tipo de mentalidad conservadora para explotar el machismo en la sociedad y vender un producto a través de éste. Igualmente alertante es la respuesta de identificación con este discurso, que rechaza a las minorías y reconoce la superioridad del hombre sobre éstas

Bibliografía
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