Por: Ricardo Colmenares
mictlan.ri@gmail.com
Empezaremos diciendo que la obesidad es uno de los principales problemas de salud pública en México, y que está afectando tanto a niños como adultos pero que también es un problema que puede encontrarse en los diferentes estratos sociales.
De acuerdo a estudios México gasta 7% del presupuesto destinado a salud para atender la obesidad, solo debajo de Estados Unidos que invierte el 9%.
Los aspectos que están vinculados al fenómeno de obesidad y sobre peso son: la mala alimentación, el sedentarismo y la falta de acceso a alimentos nutritivos.
Algunas de las consecuencias por obesidad son:
· Mortalidad 12 veces mayor en jóvenes de 25 a 35 años
· 25% de las incapacidades laborales son por padecimientos relacionados con la obesidad
· Gastos de entre 22% y 34% superiores en el ingreso familiar
· Tres de cada cuatro camas de hospital las ocupan pacientes con enfermedades relacionadas con la obesidad
Pero en realidad ¿Qué es lo que esta detonando que este fenómeno vaya en aumento?, considerando que se vive en tiempos donde se tiene más acceso a la información, en donde supuestamente la tecnología ha venido a mejorar la calidad de vida de los seres humanos.
Pareciera que lo anterior es sólo una suposición o en el mejor de los casos se vuelve realidad en un pequeño sector de la población ya ni siquiera local sino mundial.
Muchos estudios así como críticos apuntan a los medios de comunicación como uno de los responsables de que haya mucha gente obesa, ya que según a partir de la publicidad en los medios se han encargado de difundir y sobre todo de convencer a la población de consumir productos y alimentos que fomentan el sobre peso en las personas.
Pero por otra parte se ha encontrado que los medios masivos lo que han hecho es orientar los gustos de los individuos, no ha dictaminarlos (1).
Es aquí donde quizá entra la postura de algunos autores como Jordi Busquet donde considera a los mass media un poderoso instrumento de control y manipulación al servicio de las élites. (2)
Entendiendo como élites a aquellos grandes corporativos encargados de producir y generar los productos de consumo a nivel mundial.
De tal manera que puede decirse que quienes realmente manipulan son estas élites y los medios sólo fungen como instrumento de comunicación para ir dejando o extendiendo esta manipulación en los diferentes sectores de la población.
Sólo echemos un vistazo a los anuncios, estos ya no solo venden un producto sino que te ofrecen una forma de pensar, de ser, de comportarte, de creer, de vivir, un concepto o estilo de vida que según ellos es la aspiración de todo individuo ya que te ofrece confort, comodidad y hasta status.
Por lo tanto puede plantearse de lo anterior un primer posible postulado:
La obesidad no es una moda ni una tendencia, lo que está de moda y tendencia es el estilo de vida, los productos y/o alimentos que la causan.
Por otra parte encontramos que en un estudio realizado por el investigador Agustín López Munguía del Instituto de Biotecnología de la UNAM, existen factores de riesgo demográfico para la obesidad por ejemplo el medio ambiente urbano, el grupo racial, el género (es dos veces más frecuente en mujeres que en hombres), el nivel socioeconómico y de educación.
Dentro de los factores personales destacan los antecedentes familiares, el tabaquismo, el consumo de drogas, el embarazo y la menopausia en mujeres, la inactividad física y la dieta. Se han identificado mecanismos fisiológicos y varios genes relacionados con la obesidad, lo que ha permitido desarrollar un gran número de medicamentos para tratarla, muchos de ellos ciertamente controversiales. (3)
De tal manera que aparecen cuestionamientos como: ¿Elige uno el grupo racial al cual quiere pertenecer?, ¿Se elige el género, el nivel socioeconómico o los genes que uno quiera tener?, ¿Uno decide donde nacer?
Considero que varias respuestas a los cuestionamientos anteriores no son decisiones propias o directas de los individuos sino que están condicionadas por el contexto y por lo tanto sólo queda una responsabilidad sobre lo que se tiene o se ha heredado no sólo en un aspecto biológico sino también de manera cultural.
Con lo anterior podría plantearse que nacen individuos que de cierta manera ya tienen un predestino quizá no en sus decisiones de vida pero si en su estructura anatómica y/o fisiológica, que definitivamente lo limitarán, lo encasillarán o lo predispondrán a cierto estilo de vida, aun cuando su psique lo acepte o no.
Por lo tanto puede plantearse un segundo posible postulado:
La obesidad es una tendencia, que si bien no es adquirida en su totalidad por convicción puede si serlo por imposición según el contexto y lo heredado de manera cultural y de manera biológica.
Por lo tanto la obesidad como un fenómeno que cada vez va en aumento se convierte en un problema por afectar la estructura económica, social, política y sobre todo de salud de una sociedad o cultura.
Y por lo tanto empiezan a implementarse una serie de políticas públicas y de salud que ayuden a contrarrestar el fenómeno sin embargo ¿Realmente hay interés por parte del estado, científicos, investigadores y/o corporativos de acabar con el problema?
Aquí un ejemplo del Programa de Prevención y Control de la Obesidad en el DF
Áreas de Intervención
· Promoción de la Salud
· Atención integral al paciente
· Atención especializada
· Vigilancia epidemiológica
Normatividad
Ley para la Prevención y Tratamiento de la Obesidad, el Sobrepeso y los Trastornos Alimenticios en el DF.
La Secretaría de Salud del Distrito Federal debe:
· Diseñar, realizar y coordinar, campañas de prevención sobre nutrición y alimentación sana, difundiendo en los centros de salud, hospitales, planteles escolares y espacios públicos, las causas que provocan el sobrepeso, la obesidad y los trastornos alimenticios, así como las formas de prevenir y atender estos problemas.
· Aplicar un programa masivo para incentivar una alimentación saludable entre la población del DF.
· Generar y difundir bases de datos, desagregadas por grupo de edad, sexo y ubicación geográfica que registren la incidencia de trastornos alimenticios en la población indicando peso, talla y masa corporal, poniendo especial énfasis en los planteles de educación básica.
Acciones
· Programa Muévete y Métete en cintura
Objetivo:
· Generar un amplio movimiento social informado y organizado para promover estilos de vida saludables, a través acciones de orientación alimentaria y fomento de la actividad física.
· Incidir en la modificación de los determinantes del sobrepeso, obesidad y sedentarismo.
· Fomentar la incorporación de la actividad física en la vida cotidiana de la comunidad capitalina, enfatizando en niños y adolescentes.
· Mediciones de Índice de Masa Corporal en espacios públicos y eventos masivos
· Pláticas, cursos, talleres y seminarios en unidades médicas
· Distribución de material informativo e interactivo a población abierta
· Clínica de Bariatría en el Hospital Rubén Leñero
· 7 clínicas de atención al sobrepeso, la obesidad y los trastornos alimenticios (en proceso)
· Detección y tratamiento oportuno de pacientes en hospitales y centros de salud
· Educación en salud en las escuelas (clases y libros de texto)
· Regulación de compra y venta de alimentos, dentro y fuera de escuelas (lineamientos determinados por las autoridades federales y locales)
· Hábitos alimenticios saludables (orientación a padres de familia)
· Ejercicio y deporte (ampliar los horarios de ejercicio en escuelas e incentivar la actividad física en el hogar)
· Mejorar la calidad nutritiva de los productos (acuerdo con empresas y cámaras de comercio)
De alguna manera pareciera que hay interés por querer resolver el problema de la obesidad sin embargo basta con visitar algunas escuelas para encontrar que aún se venden y sobre todo se consumen alimentos "chatarra", que los menús en diferentes comercios e incluso en casa son ricos en grasas y carbohidratos y sobre todo que los programas destinados a combatir el fenómeno de la obesidad son en su mayoría aprovechados por personas que no son obesas, dejando entre ver que hay un porcentaje de la población que pareciera no darle importancia a su problema de sobrepeso, dando como resultado una especie de adaptación, resignación o aceptación a su situación.
Situaciones o aspectos que son muy bien aprovechados por empresas de diferentes giros un claro ejemplo es el diseño de prendas en donde la tendencia de fabricar ropa orientada a mujeres menos angulosas cobró fuerza tras las denuncias que se hicieron en la última década contra la utilización de modelos con visibles trastornos alimentarios. En el año 2010, por primera vez, la Semana de la Moda de Nueva York incluyó un desfile de prendas para mujeres de talla grande.
No es solamente una consideración social, sino también un poderoso atractivo desde el punto de vista económico.
En el caso de Brasil los mercados textiles de ese país se están fijando en las personas con sobrepeso para confeccionar.
Este auge está impulsado por el creciente número de personas con sobrepeso en Brasil. Datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) indican que casi la mitad de los adultos se encuentran en esa situación: 51% de hombres y 48% de mujeres.
"Hemos identificado una oportunidad de servir mejor a este segmento, tratando de democratizar el acceso a lo mejor de las tendencias mundiales de nuestro público", dice Paulo Correa, vicepresidente comercial de C&A.
"Está claro que la salud es importante y que la obesidad representa serios riesgos. Pero lo que se quiere decir aquí es que la estética es un derecho, no un delito", explica Joan Noaves, especialista.
Por lo que puede decirse que en muchos casos (los cuales van en aumento)las personas con obesidad se ocupan y se preocupan más por satisfacer necesidades que se adapten a su forma o estilo de vida, que a realizar una disciplina o hábitos que mejoren su calidad de vida en cuanto a salud, anatomía y/o fisiología.
Por lo que se puede plantear un tercer posible postulado:
La obesidad puede ser moda y tendencia, pero esto dependerá de las características propias del contexto en el cual se suscite el fenómeno.
(1) ERNER, Sociología d las tendencias, Pág. 106
(2) BUSQUET, Reflexiones críticas sobre el mito de la "Sociedad de masas", Pág. 151
(3) López Munguía, Agustín " Las modas alimenticias", Revista ¿Cómo ves? (2015)
FUENTES
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