La obsolescencia programada: El vicio de la sociedad

La obsolescencia programada: El vicio de la sociedad
Por: Mariana I. Alemán Moreno
@MarianaAleman31

Te has preguntado alguna vez ¿Por qué sale más barato comprar un electrodoméstico nuevo que repararlo? o  ¿A caso no existe ningún aparato que pueda durar toda la vida?, bueno, todo esto se responde con dos palabras: Obsolescencia programada, pero, ¿qué es?
 
  

Este concepto tiene su origen en la revolución industrial y la producción en serie. Al principio la industria generaba productos de forma masiva a precios asequibles y accesibles para los consumidores. Fue desarrollada por primera vez en la década de 1920 cuando un grupo de empresarios se dieron cuenta de que cuanto más duraban sus productos, menos dinero ganaban ellos.
"La obsolescencia programada es la planificación o programación del fin de la vida útil de un producto o servicio, de modo tal que tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño de dicho producto o servicio, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible." Y se consideran tres tipos de obsolescencia:

La primera es la obsolescencia de función: "En este caso, de forma premeditada, se planea el tiempo en que un producto se rompa o desgaste, por lo general no es demasiado tiempo."
La obsolescencia de deseabilidad: "En esta situación, un producto que sigue siendo de calidad, se torna obsoleto en nuestra mente, porqué una cambio de estilo u otra modificación hace que sea menos deseable"(Packard,1965,p.51)
Y por último, la obsolescencia tecnológica: "Se denomina obsolescencia de la función u obsolescencia tecnológica, que es el tipo más antiguo y permanente desde la Rev. Industrial, debido a la innovación tecnológica"

Y ¿Cómo surge? Cuando Thomas Edison inventó la bombilla, la filosofía de los fabricantes era crear productos con una larga vida útil.

 
Si en 1881 la primera bombilla de la historia tenía una duración de 1500 horas, en 1924 los fabricantes presionados hacían esfuerzos por limitar su duración a 1000 horas.
Las fechas más relevantes y que llevaron a lo que conocemos hoy en día como Obsolescencia son:
En 1932 la sostenibilidad no se veía como un problema debido a que se no se veía los recursos como finitos.
En 1928 los artículos que no se desgastan son vistos como una tragedia para la economía.
En 1929 entra en crisis Wall street.
Tras el crack del 29, se pensó en hacer la obsolescencia programada obligatoria como una de las medidas para reactivar la economía. Los productos debían tener una fecha de caducidad determinada.
1933: el empleo baja en un 25% filas para buscar empleo,  Proponen reactivación de la economía con la obsolescencia programada.
1950: Fue en los años 50 cuando esta idea de la obsolescencia programada experimentó una vuelta de tuerca, se tornó en la idea de seducir a la gente al consumo, generar deseo de poseer cosas nuevas. La publicidad tuvo un papel vital en ello y lo sigue teniendo, nuestro sistema capitalista actual está basado en esa premisa, generar un deseo constantemente insatisfecho.

A partir de este momento, la obsolescencia programada, se volvió un motor importantísimo para la sociedad de consumo, el cual, al final del día, termina satisfaciendo al capitalismo, y generando ganancias al sector productivo, y a los grandes monopolios. Por otro lado, desde, este instante, los diseñadores, ingenieros y empresarios, decidieron, empezar a producir, artículos, frágiles, delicados, y así acortar la vida útil de éstos de manera programada, de esta manera las masas comprarían continuamente y así la economía no se "estancara" como paso en 1929.

En un  ejemplo cotidiano, y más cercano a nuestro día a día, se encuentra el iPhone, el cual servirá para ejemplificar, la obsolescencia programada, que cabe, dentro de las tres clasificaciones que se dieron anteriormente.

 
El primer iPhone (2007)
La presentación del primer iPhone causó revuelo por ser el primero en integrar funciones de un iPod (reproductor de música), teléfono, acceso a internet y un teclado táctil en lugar de uno físico.
El teléfono tenía una cámara de dos megapixeles, una pantalla de 3.5 pulgadas y funcionaba con un sistema operativo iOS 1.0. Su precio de lanzamiento fue de 199 y 599 dólares (2,500 y 7,500 pesos) y su capacidad era de 4 y 8GB.
iPhone 3G y 3GS  (2008-2009)
Cuando el mundo esperaba la llegada del iPhone 2, Steve Jobs presentó los modelos 3G y 3GS, en junio de 2008.
Estos modelos, ahora descontinuados, ofrecían una mejora en la conectividad e intercambio de datos respecto a sus antecesores y fueron los primeros en incorporar vídeos. Además tuvieron pequeños cambios como una cámara de tres megapixeles y una pantalla con mejor resolución.
iPhone 4 y 4S (2010-2011)
En junio de 2010 el iPhone 4 llegó con un cambio en el diseño externo: una carcasa de aluminio que lo hacia más estilizado. Además incorporó una pantalla con una resolución de 960x640 pixeles, un procesador mucho más rápido.
También tenía dos cámaras, una de ellas con resolución de cinco megapixeles, la aplicación FaceTime.
 Por su parte, el iPhone 4S es uno de los teléfonos de culto para los seguidores de Apple, por ser el último teléfono en cuyo desarrollo participó Steve Jobs. El mayor cambio fue la integración de la asistente de voz Siri y una cámara de ocho megapixeles.

iPhone 5 (2012-2013)
En septiembre de 2012, la empresa presentó un teléfono igual de estilizado que sus predecesores, pero más delgado y ligero.

El teléfono fue presentado con el sistema operativo iOS 6, una cámara de ocho megapixeles y con su propia aplicación de mapas, que tuvo problemas en sus inicios. 
 iPhone 6 (2014)
 La llegada del nuevo iPhone 6 causo sensación alrededor del mundo, teniendo las siguientes características: Capacidad 16 GB 64 GB 28 GB  Pantalla Retina HD Pantalla widescreen Multi-Touch de 4.7 pulgadas (diagonal) retroiluminada por LED con tecnología IPS Resolución de 1334 x 750 pixeles a 326 ppi Relación de contraste 1400:1 (normal)
 De este manera se explica claramente, el impacto de la obsolescencia programada, a pesar de que no es un producto, que deje de funcionar, es uno, que por programación de los mismo productores, se hace obsoleto con el paso del tiempo. Un ejemplo claro, son las aplicaciones, las cuales están pensadas completamente en las versiones nuevas, dejando atrás las pasada, por lo que se promueve al usuario a comprar uno más nuevo, para poder tener acceso a estos servicios.
 

Por otro lado, está clara, la obsolescencia por deseabilidad, ya  que al ser un producto que simboliza cierto nicho del mercado, con ciertas características, este se hace deseable para los usuarios, y aspiran a pertenecer a este nicho, por medio de productos como este.

Si bien, la obsolescencia programada es indispensable para el desarrollo de la sociedad y promoviendo la economía de un país, también es importante destacar que, TODO TERMINA COMO BASURA, es decir, que al producir esta cantidad de productos, que tienen una vigencia programada a 2 o 3 años, van a la basura, en consecuencia la huella ecológica en el mundo es cada vez más grande, destruyendo los recursos naturales. 

Al final del día, la obsolescencia programada es un modelo, que permite a las fábricas seguir existiendo y produciendo, a los investigadores, ingenieros y diseñadores, investigando e innovando, pero está en nuestras manos, como diseñadores, encontrar las manera en la que, así como se generan artículos, poder desecharlos de manera que la huella medioambiental que se deja, no tenga un impacto tan grande.

Ahora mismo se construyen muchas cosas reciclables en porcentajes elevados en la teoría, pero que terminan su vida útil en algún vertedero del tercer mundo. Evitar eso nos llevaría sin duda por mejor camino, un camino de reconciliación con nuestro maltratado planeta, llevando asi a una economía sostenible de verdad.

Referencias:
Historia secreta de la obsolescencia programada- Valquiria Padilla, Renata Cristina A. Brásil.
Bauman, Z. La vida para el consumo. Rio de Janeiro, Zahar, 2008

Palabras clave:
Sociedad, Economía, Capitalismo, Consumo, Masivo

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