Abstract
Alejandro Montiel
Emocionante es la palabra con la que describiría al transformación que se está llevando a cabo actualmente en el mundo. La identidad de género reta al género como construcción social, qué es un hombre y qué es una mujer, ¿por qué primero las mujeres y después los hombres? Hablar de esto en introducirnos en un mundo que reta a la convenciones sociales más arcaicas, la religión, la cultura de cada lugar y las apropiaciones culturales, todas ellas en constante imposición sobre las decisiones de las personas.
A nosotros se nos educa con base en las construcciones sociales según el género impuesto a la hora de nacer, esto determina para nuestro futuro la manera en la que deberemos comportarnos, los juegos, la ropa y en muchas ocasiones el pensamiento y no está mal, desafortunadamente es lo que hay… hasta ahora.
Pero qué pasa cuando alguien trasgrede las convenciones sociales, por ejemplo, Gabrielle Chanel que rompe con la idea ostentosa del vestido de principios de siglo y comienza a generar la idea de comodidad y simpleza al vestir con pantalones o sombreros de campesino, adaptando trajes al cuerpo femenino quitando la idea de lo masculino, no es una mujer usando un traje de hombre, era una mujer vistiéndose libremente, con autonomía, esto potencializa su feminidad y le otorga un significado muy diferente a la idea errónea de una mujer vestida de hombre.
Walking in my shoes
Actualmente volteamos al pasado y observamos que nada es nuevo, todo es cíclico en general. Concentrándome en la moda observo lo ceñidos que estamos a la idea del género y sus reglas antinaturales, sesgar la identidad de las personas imponiendo estereotipos no es natural, pero no voy a hablar de lo que está bien o está mal en esta sociedad sino hablaré de lo que me parece una transformación, un paso adelante, comparado al momento en el que se le reprochaba, por parte de sus camaradas socialistas, a Madeleine Pelletier el utilizar el cabello corto y pantalón y a qué voy con esto que la contestación por parte de dicha mujer fue "Mi vestimenta dice al hombre: Yo soy igual" lamentablemente esto debemos seguir diciéndoselo al hombre, que es quien habitualmente repele los cambios y se arriesga menos a la hora de vestirse, aunque en general tanto hombre como mujer están bien entrenados para aceptar las convenciones sociales.
Desde hace tres años Chanel incluyó como rostro de la firma a Pharrel Williams, rapero estadounidense de raza negra, quien anuncia desde la semana pasada el bolso Gabrielle siendo el primer hombre en anunciar un bolso femenino en en comercial a nivel mundial, menciono todo esto porque comenzamos por sus orígenes y su actividad profesional, esto nos habla de el acercamiento y la aceptación por parte de las marcas a las "minorías". Claramente vemos un espacio merecido a la aceptación de razas que antecede a la lucha por el respeto a la identidad de género, entendido como la manera en la que nos sentimos con nuestro género (el impuesto), los roles de género (lo que debemos hacer por ser hombre o mujer) y cómo lo comunicamos a través de la ropa, la conducta y la apariencia personal.
Poder y estatus
En recientes años se ha generado una consciencia mayor sobre el género, personajes famosos, compañeros de clase, familiares se abren ante la necesidad de expresar su propia naturaleza y aparentemente son bien recibidos, ¿estamos a caso ante un movimiento social de aceptación a la diversidad sexual?
La moda del uso de tacones en hombres en Europa se dio de esta manera, durante el intercambio comercial entre Persia y Europa, ante la novedad de productos persas la aristocracia masculina del viejo continente se sintió atraída por ese elemento que portaban los jinetes persas y que les dotaba de masculinidad, un par de zapatos de tacón, este elemento que le daba estabilidad a los jinetes a la hora de cabalgar y aferrarse a su caballo le proporcionó poder y estatus a la sociedad europea de esos años. Muy pronto se popularizó y con el paso del tiempo su uso se extendió al sector femenino y las clases más pobres, junto con el pantalón, que dicho sea de paso fue una prenda polémica y utilizada por la sociedad que derrocaría al imperio en Francia.
A partir de la Ilustración el uso de esta prenda se dejó exclusivamente para las mujeres, desapareciendo posteriormente, el hecho de que se haya dejado para el uso femenino tiene que ver más con una cuestión de apreciación que de estética (a la mujer se le consideraba emocional y poco educada).
De allí hasta la década de los 50´s en el siglo XX, los vaqueros de las películas traen de vuelta los tacones a sus botas y en los 70´s las plataformas cubrieron las calles y las pistas de baile, con estos últimos la cuestión era totalmente estética similar al día de hoy aunque el estilo fuera más estilizado en cuestión de las formas corporales en la ropa, finalmente era aceptado por la sociedad y como una tendencia habitual duraría aproximadamente 10 años. Aunque como ahora el uso de esto puede estar ligado a una nueva etapa de liberación sexual es ahora que noto que este tipo de enfrentamientos a las convenciones sociales y la reestructuración de la imagen masculina se da en un momento en que la sociedad está cansada de no poder elegir como verse sin que eso sea sinónimo de trasgresión a su identidad de género.
2011 - 2107
Kasaky un grupo Pop de Ucrania que en 2011 viralizó el uso de tacones de aguja en corografías, (2012, Girl gone wild Madonna) cuerpos muy trabajados en pantalones entallados y zapatos de plataforma y tacón nos mostraban una lectura que tenía que ver con la aceptación a las diferencias pero usado como un elemento de apoyo para su arte introducía la alternativa que existió en los 70s, los hombres pueden utilizar tacones.
Finalmente 6 años después y varias reinterpretaciones antecedidas por verdaderas luchas de independencia ante un sistema que nulifica la elección y que acota las alternativas para las personas que difieren ante lo que les toca usar por lo quieren usar sin importar su identidad de género y sin que afecte en lo absoluto su sus gustos personales.
Comencé a hablar de esto ya que desde hace año y medio en que Jaden Smith posó como modelo para la campaña femenina 2016 de Louis Vuitton noté que su imagen pasó de ser un chico adolescente a convertirse en un hombre que a pesar de anunciar ropa femenina potencializaba su masculinidad rompiendo los cánones actuales incluso de hombres en ropa femenina, por supuesto su fisionomía ayuda para no verse grotesco en una falta o en una chaqueta pero es la misma actitud de Madeleine Pelletier o que Gabrielle Chanel la que se apodera del joven Smith, su vestimenta le dice al mundo: que él es igual.
Lo importante de esto es que los tacones no se han dejado de usar, pero ahora no se esconden detrás de unas botas vaqueras sino se presentan con todo y su carga social en eventos de moda como The Met Gala 2017 o comprando un café en Starbucks.
Conclusiones
Si bien los seis años anteriores hemos visto en más ocasiones hombres en tacones la evolución y la incorporación a la estética masculina llega este 2017 generando una coincidencia de formas e incorporando poder al estilo masculino con un par de zapatos de tacón.
Los diseñadores entendemos que la revolución de pensamiento (en la cuestión del género) que se está viviendo actualmente es un parteaguas para la creación y la reincorporación de elementos que la gente desee utilizar sin que esto afecte su sexualidad y tampoco la vista.
Seguramente faltan varios meses para ver un par de zapatos de tacón para hombres en Zara y al menos 2 años más para verlos andando en la calle pero estoy seguro que ya no será una cuestión que afecte la identidad del hombre.
Referentes
La transformación que está ocurriendo en el mundo respecto a la identidad de género es, sin duda, un avance significativo hacia la aceptación y la liberación de las convenciones sociales rígidas que históricamente han limitado la expresión individual. Al observar cómo la moda, y particularmente la ropa, se ha convertido en una herramienta de empoderamiento y autonomía, podemos ver cómo figuras como Gabrielle Chanel o Jaden Smith han desafiado los límites tradicionales entre lo masculino y lo femenino. El hecho de que los hombres puedan usar tacones, o que un joven como Smith pueda modelar ropa femenina y aun así proyectar su masculinidad, refleja una evolución en la percepción pública sobre el género. La moda se está convirtiendo en un medio de expresión personal y libertad, lejos de las antiguas restricciones sociales. Este cambio es un reflejo de una sociedad que está empezando a aceptar la diversidad en todas sus formas, permitiendo que cada persona se vista y se exprese como desee, sin miedo a ser etiquetada o juzgada.
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